Además, en conferencia de prensa la alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, declaró toque de queda de las 10 de la noche hasta las cinco de la mañana por una semana.
"Hay demasiadas personas que han pasado generaciones construyendo esta ciudad para que pueda ser destruido por matones ...", señaló la alcaldesa.
Minutos después del anuncio medios locales transmitieron imágenes de un edificio en construcción en llamas, aunque por el momento se desconoce si el hecho tiene que ver con las protestas.
Las llamas destruyeron el inmueble de cinco pisos la noche del lunes y también estarían amenazando otras estructuras cercanas.
Al menos siete policías resultaron heridos durante un violento enfrentamiento, varios automóviles fueron incendiados y una farmacia fue saqueada y envuelta en llamas.
Apenas unas horas después del funeral, donde cientos de personas acudieron para exigir justicia, las protestas se tornaron violentas, decenas de personas se enfrentaron con la policía antidisturbios fuera del centro comercial Mondawn en el noroeste de Baltimore. Algunos lanzaron piedras y ladrillos a los oficiales, que llevaban cascos y caretas.
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